La alimentación influye de forma notable sobre el estado de la piel y de sus estructuras anexas como las uñas y el pelo. Esto es debido especialmente a tres características fisiológicas de la piel:
- Sensible a las carencias nutritivas: Las células que forman la piel se están renovando continuamente, por lo que se precisa un aporte constante de nutrientes para la producción de nuevas células.
Esto hace que la piel sea muy sensible a las carencias nutritivas, especialmente a las de proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas A y C, hierro y cinc. - Órgano de eliminación: A la piel se le llama "el tercer riñón" pues participa activamente en los procesos depurativos del organismo. Por la piel pueden aliminarse normalmente una cierta cantidad de toxinas que circulan por la sangre. Sin embargo, la capacidad eliminadora de la piel puede verse superada cuando aumenta la concentración de toxinas debido a:
- funcionamiento insuficiente del hígado o de los riñones
- estreñimiento
- alimentación a base de productos cárnicos, especialmente embutidos, mariscos y vísceras
En éstos casos, la piel sufre una intoxicación de origen interno, y reacciona con diversas manifestaciones patológicas como eccemas, dermatosis y erupciones diversas. - Asiento de manifestación alérgicas: muchas reacciones alérgicas causadas por los alimentos, se manifiestan en la piel.
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