martes, 4 de enero de 2011

Las fibras





La fibra se encuentra en las paredes de las células de origen vegetal. Está constituida por celulosa, hemicelulosa y demás glúcidos complejos (carbohidratos). Las fibras vegetales transitan a través del tubo digestivo sin ser modificadas dado que nuestro organismo carece de enzimas para poder metabolizarlas. Es así que estas logran barrer con todos los desechos formados, los cuales se eliminan a través de las heces.

Como consecuencia de su déficit aparece el estreñimiento, aumenta la posibilidad de padecer hemorroides y/o divertículos intestinales. Por otra parte, el exceso de fibras reduce la absorción del calcio, zinc y hierro a través del intestino.

El hecho de que la fibra no pueda ser digerida, y por consiguiente metabolizada, no significa que la misma no sea aprovechable, sus efectos son varios y beneficiosos desde que es consumida hasta ser eliminada.

A nivel de la boca, la fibra estimula la salivación, ya que requiere mayor masticación.
En el estómago capta una alta cantidad de agua, lo cual retrasa el vaciamiento gástrico y genera así una mayor sensación de saciedad. Por eso es que en la mayoría de las dietas de adelgazamiento la fibra es muy aconsejada.
A nivel intestinal, favorece los movimientos intestinales, aumenta el volumen de las heces y estimula la propulsión de las mismas hacia el exterior.


Existen dos grandes grupos de fibra: las solubles y las insolubles. 
Ambas, solubles y no solubles provocan esa sensación de saciedad una vez ingeridas, por su gran captación de líquidos. Ambas previenen el estreñimiento y el cáncer colorrectal.
Las fibras solubles enlentecen la absorción de glucosa y de colesterol, lo cual es beneficioso para las personas diabéticas y aquellas con altos niveles de grasa en sangre.

Las fuentes de fibra soluble son: 
  • El salvado de avena, 
  • los frutos secos (nueces), 
  • cebada, 
  • semillas, 
  • legumbres (lentejas), 
  • cáscara de manzana 
  • y patata 
  • y demás frutas y hortalizas.





Las fuentes de fibra insoluble son: 

  • Los granos enteros, 
  • el salvado de trigo 
  • y los cereales integrales.



Además de lo anteriormente dicho, otras razones para incorporar fibra a nuestra alimentación diaria son:

  • Su importante ayuda para tratar la obesidad y otros problemas de peso,
  • Su eficacia contra la formación de cálculos biliares,
  • La mejora en el tratamiento de la diverticulosis,
  • La prevención ante la aparición de cáncer de colon y recto,
  • Su acción para prevenir y controlar la diabetes tipo 2,
  • Su eficacia contra los síntomas del síndrome de colon irritable,
  • Su acción preventiva ante la hipertensión y demás patologías cardiovasculares (arteriosclerosis, infartos, etc.)
  • Y por último lo que ya hemos dicho, su potente efecto hacia una buena digestión, y tránsito intestinal.
  • Para una correcta selección de alimentos ricos en fibra, ponemos a su disposición un cuadro con los gramos de fibra contenidos por cada 100 gramos de alimento.




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